«Una medida insólita y confusa»: el testimonio de Marcelo Romanello sobre el decreto de la ciudadanía italiana
Marcelo Romanello, reconocido periodista mendocino, consejero del Consejo General de Italianos en el Extranjero (CGIE) y representante de Argentina, calificó el decreto de ciudadanía italiana como preocupante, resaltando que sus requisitos confunden y restringen los derechos de los descendientes de italianos en el extranjero.

02/04/2025
Recientemente, se desató una controversia significativa respecto al decreto-ley que modifica los criterios para acceder a la ciudadanía italiana, especialmente en lo que respecta al ius sanguinis. Marcelo Romanello, reconocido periodistia mendocino, consejero del Consejo General de Italianos en el Extranjero (CGIE) y representante de Argentina, charló con Diario Mendoza y expresó su rechazo a esta medida. La calificó como “insólita y confusa”, y señaló que la urgencia atribuida al decreto carece de fundamento.
Críticas al decreto
Romanello subrayó que el decreto reduce las posibilidades de acceder a la ciudadanía italiana por descendencia, algo que ha sido un pilar en la legislación italiana desde hace décadas. Critica que el decreto establece nuevas exigencias de “afectividad” y conexión con Italia, sugiriendo que muchos solicitantes que no conocen la lengua o la cultura italiana no son dignos de obtener la ciudadanía.
Según Romanello, esta medida ignora el vínculo emocional que millones de descendientes de italianos sienten hacia su herencia: “Nos llena de angustia, sobre todo por quienes ya tenian todo preparado para pedir la ciudadanía y ahora se encuentran con estos límites.”
Además, menciona que una de la justificaciones para la modificación de la ley, es que ha habido abuso por parte de algunas gestorías que se dedicaban a comercializar turnos para obtener la ciudadanía. Sin embargo, Romanello sostiene que la solución no puede ser la eliminación de derechos adquiridos por miles de personas que han luchado por reconectar con sus raíces italianas.
Por otro lado, el gobierno italiano sostiene que el decreto responde a la necesidad de regularizar una situación que se había visto afectada por el uso indebido de los procesos de solicitud. Argumentan que muchos solicitantes no tienen un verdadero vínculo con las comunidades italianas y que es necesario garantizar que quienes obtienen la ciudadanía realmente sientan una conexión con el país.

Cambios propuestos y debates parlamentarios
El decreto ha generado un amplio debate en el parlamento italiano, donde incluso miembros de la coalición gobernante, incluidos Fratelli d’Italia y Forza Italia, han expresado su desacuerdo. La discusión sobre la constitucionalidad del decreto se llevará a cabo en la Corte Constitucional de Italia el próximo 25 de junio.
Romanello destacó que, a pesar de la controversia, hay esperanzas de que surjan proyectos de ley que ajusten estos cambios de manera menos drástica, permitiendo que quienes ya tenían intención de solicitar la ciudadanía no se vean afectados negativamente por esta medida.
Además, el cierre de turnos en los consulados para la ciudadanía, permitiendo solo trámites para pasaportes, ha generado confusión sobre cómo se llevarán a cabo estas nuevas gestiones, que se realizarán en una nueva oficina en Roma, dejando afuera a las comunidades italianas en el exterior.
